Concurso | Una carta a mi yo futuro
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Imagen propia/ F
Barcelona 15 de noviembre de 2024.
Saludos, mi viejo amigo:
Me magino que ya a estas alturas de tu vida habrás encontrado respuestas a esas interrogantes que algunas veces te parecían insignificantes y hasta te regañabas en silencio por estar preocupándote por cuestiones tan pueriles, pero en otras oportunidades, cada vez que cumplías un año más, sobre todo, asumías con angustia que se trataban de eventos cruciales en la cotidianidad de una persona mayor.
En el futuro/ F
Espero que ninguna de esas engorrosas premoniciones que desafiaban tu tranquilidad se hayan manifestado: que todavía te queden pelos en la cabeza para peinarte, que no necesites usar pañales desechables, que te puedas comer un mango sin temor a chorrearte como cualquier niño, que puedas valerte por ti mismo y que no te hayas convertido en el sujeto quisquilloso, gruñón y amargado que no podías soportar; siempre jurabas que llegarías a viejo con la misma alegría y disposición que antes derrochaste y estoy seguro de que cumpliste con eso.
Escribiendo ahorita en la sala de este apartamento, utilizando mi viejo ordenador portátil, cierro los ojos y te observo trabajando en el cómodo estudio que siempre soñaste con tener; un espacio equipado con todos los recursos que la tecnología ha creado para optimizar la existencia de los seres humanos. Continúas, como siempre, aficionado a la escritura creativa y a la composición musical, pero ahora tienes a mano un sinfín de recursos que hacen más fácil estas actividades. El último libro que publicaste fue un éxito editorial, elogiado por un sinfín de redes comunicacionales, y algunas de tus canciones han sido grabadas por artistas cuya calidad vocal es reconocida en todas partes del mundo. Me legro por ti...
Cómodo cuarto de estudio/ F
A pesar de que disfrutas de una estable posición económica, continúas trabajando con la misma pasión que tuviste durante aquellos años en que la crisis financiera del país obligó a casi todos los venezolanos a reinventarse de forma acelerada con el fin de sortear las enormes dificultades que debían enfrentar. Me parece muy bien que no te hayas olvidado de eso, de la amargura y la incertidumbre que padecen los que tiene muy poco, y que por esas razones una parte sustancial de tus ganancias se encuentre destinada a las organizaciones que les prestan auxilio a las personas más vulnerables de la sociedad.
Es encomiable también que te mantengas activo en Steemit. Esa plataforma llegó a tu vida cuando la economía nacional estaba convertida en un caos tan terrible que amenazaba hasta con quitarnos las esperanzas. Sin embargo, este ecosistema te abrió un camino como creador de contenido y representó un providencial alivio para aquella desesperada situación. Estoy convencido igualmente de que se cumplieron tus anhelos: el Steem ostenta un precio que se equipara con el dólar y provee, por tanto, recursos suficientes para que cualquier persona pueda sustentar su economía solo laborando en estos predios.
Me despido, viejo amigo, deseando que continúes disfrutando de una larga y feliz vida.
Invito a los amigos:
@jazminru,
@paholags y
@noelisdc
Nota: La imagen perteneciente al autor fue tomada con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.
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