Momento de Retroceso: Comparte una Memorable Historia de la Infancia
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Gracias a la invitación de mi amigo @cruzamilcar63 para que rememorara momentos de infancia que quedaron grabado en la memoria y en el corazón a través de este concurso.
Casi no llego, pero lo importante es que aquí estoy.
Gif hecho en Canva con foto y Bitmoji propios
Yo, al igual que @cruzamilcar63 y que muchos venezolanos más, soy hija de padres muy trabajadores, de esos que hacen vida por formar una familia y dejarle lo mejor de sus tradiciones.
En mi caso, mi mamá era maestra y mi papá profesor, pertenecía a una clase media (económicamente) pero esto no lo notábamos cuando éramos niños, simplemente no había diferencias y por eso nunca la sentimos, porque todos jugábamos juntos sin distinción de clases sociales o del color de piel.
Mi papá siempre fue un hombre muy planificado, para todo, él era de los que sacaba cuentas en cuanto al tiempo y cómo quería vivir cuando tuviera cierta edad o cuando sus hijas llegáramos a cierta etapa.
Un hombre estricto, nos dio una crianza muy sobreprotectora, para él sus hijas eran un tesoro que no podía darse el riesgo de que alguien dañara y menos nosotras mismas.
Es uno de los pocos hombres que he conocido donde se planificó para ser padre y pensó cómo quería que fueran sus hijas, que conocieran, que conocimientos generales debíamos tener y cómo debíamos comportarnos.
Explico todo esto para que entiendan que todo lo que pasaba en mi vida iba de acuerdo a un plan y el cerebro de todo ese plan era mi papá.
Pero llegó un día que me quedó clavado en mi mente, porque era la primera vez que veía a mi papá llorar ¿la razón de esto?, se habían acabado las raciones de comida y simplemente no había que comer.
Recuerdo que era un día domingo, en mi país los domingos se notan porque son días tranquilos y el silencio se siente más que en otros días.
Yo como niña quedé muy sorprendida de ver a mi súper héroe llorar, sin embargo esos días pasaron dos cosas importantes.
Así como vi a mi papá llorar por la falta de comida también vi a mi tío materno llegar a nuestra casa.
Mi tío, era un hombre de campo, no tenía estudios pero era el hombre más ingenioso para construir sistemas de riego para sus siembras, de crear parques con partes de cauchos, de hacer comederos para sus animales, para mi, el fue el ingeniero más creativo que conocí aun cuando no era graduado universitario.
Lo cierto es que mi tío llegó en su camioneta, él y su familia habían estado en el río, habían pasado un día recreativo, de esos momentos familiares para el disfrute y le quedó sopa, y simplemente se acordó de nosotros y fue a llevarnos la sopa que quedó.
Debo advertir que los ríos quedan a las afueras de la ciudad y estaban más cerca de la casa de campo de mi tío que de donde nosotros vivíamos, en distancia era algo así como de extremo a extremo.
Mi tío vivía cerca del río y nosotros cerca del mar, pero él simplemente pensó en nosotros y fue a llevarnos la sopa que había quedado en su gran olla.
Ya ven lo increíble que fue para mi.
Yo siendo una niña comprendí dos cosas ese día: Dios siempre provee y Dios hace milagros a través de las personas, ese día vi a dos súper héroes en mi vida.
De hecho mi tío llegó con la alegría de quien ha pasado un día estupendo y le dio ánimos a mi papá, ese hombre súper planificado, súper estricto quien supongo vio ese día que las ayudas llegan de quien menos esperas.
Desde ese día el concepto que tengo sobre la fe y sobre Dios cambió por completo y me acompaña hasta hoy.
Por más que trabajemos, planifiquemos, seamos previsivos, llegan momentos en que la vida nos recuerda que independientemente de eso es Dios quien provee.
Aprovecho de invitar a mis amigas: @marpa, @mariami y @nahela a participar.
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