Este día miércoles desperté temprano, luego de realizar mi aseo personal fui a la cocina, comencé con la rutina diaria, preparando el desayuno, hoy arepas con mantequilla y mortadela y tetero de maicena.
Luego seguimos haciendo las tareas de casa, barrer, lavar platos, ordenar los cuartos y todo esto batallando con la falta de agua, pues ya estoy casi seca, está es una gran lucha con la que nos toca batallar en este sector.
A eso de las 10 comencé a cocinar el almuerzo, espaguetis con carne molida y poco después llegó a visitarnos, mi cuñada y su bebé quienes estuvieron con nosotros el resto de la tarde, la pasamos muy bien pues conversamos de todo un poco y los niños estuvieron jugando de lo mas tranquilos.
También pudimos compartir el almuerzo y agradecemos a Dios que todo eso fue posible.
A eso de las 3 de la tarde mi cuñada se fue a su casa y en ese momento me pude dar cuenta que a Elisa le estaba subiendo la temperatura, así que le dí jarabe y la bañe. Luego se quedó dormida y nos sentamos en el frente pues ya a esta hora había llegado el corte eléctrico que siempre llega.
Mi esposo se encargo de hacer la cena, hizo panquecas pues a nosotros nos fascina comer esto.
Pasamos la tarde y parte de la nove sentados en el frente de la casa, con la bebé allí dormida y al pendiente de su temperatura, la electricidad volvio a eso de las 10 de la noche y entramos a descansar, aunque se me hizo un poco difícil pues la bebé volvio a subir la fiebre, pero estuve al pendiente para evitar males mayores.
Solo resta dar gracias a Dios pues sé que él cuida de nosotros en medio de las dificultades.