Perdí la paciencia

solperez -
Se había hecho tan común que los hombres les pegaran a las mujeres, que ya parecía algo normal, hasta se escuchaba a algunas de ellas decir "Él no ha sido malo conmigo, fíjate que él me pega solo a veces".



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Pero Berta no era así, ella presenció desde pequeña las palizas que su padre le daba a su mamá en el día, para luego en la noche escucharlos hacer el amor como si nada; y se prometió nunca dejarse pegar por ningún hombre.

Por eso se casó con Rafael, un hombre bueno y trabajador que la trataba muy, muy bien. Bueno, así fue al principio, pero poco a poco fue cambiando, y se dejó llevar por los amigos, quienes lo veían como un dominado porque nunca le había pegado a su mujer.

La noche en que Rafael se quitó la correa y la azotó como si fuera una esclava, borracho y molesto porque ella no quiso hacer el amor con él en ese estado, Berta se fuera para casa de su mamá; pero esta le aconsejó que volviera a su casa, que Rafael era un buen hombre, que lo perdonara, que le tuviera "paciencia".

Y regresó a su casa con un Rafael arrepentido de lo que había hecho, trabajador y abstemio. Pero un fin de semana, pasaban las horas y Rafael no llegaba, ya casi amanecía cuando escuchó el track track de la cerradura de la puerta de la casa, luego lo vio en el umbral del cuarto, el olor a alcohol tiñó la habitación de miedo, Rafael se quitó la ropa y se quedó con la correa en la mano, ella se paró de la cama y se acercó a la mesa de planchar.

Cuando la policía llegó lo encontraron tendido en el piso, había votado mucha sangre, la plancha estaba muy cerca de su cabeza, Berta estaba peinándose frente al espejo como si no hubiese pasado nada.

Al ser interrogada solo dijo:

-Le perdí la paciencia.

Fin

Aunque queda poco tiempo para partyicipar. Me gustaría invitar a @rosselena, @marcybetancourt y @anasuleidy. Aquí la información