Hola queridos amigos digitales de la plataforma.
Gracias a la amiga @lirvic y a @teamvenezuela por proponer un tema tan bonito como este, en el que podemos aprender y enseñar cómo hacemos para mantener nuestra paz interior.
Quisiera invitar a @esvisionaria @mvchacin y @marito74 para que se unan a esta dinámica. Estoy seguro que aportarán algo muy emotivo y sincero.

Soy mi amigo

Alcanzar la paz interior no es un ejercicio fácil. A Muchas personas les cuesta entender cómo hacer para estar en paz consigo mismo. Yo puedo decir que lo aprendí hace tiempo, pero no sin antes fallar muchas veces en el camino.

Libérate de vez en cuando

-¿Es importante perdonar y liberarnos?
Es básico aprender a perdonar. Una de las cosas que aprendí, es que yo soy mi amigo. Uno que me respeta, que me quiere, y que quiere lo mejor para él (para mí), así que los consejos “me los doy” de corazón”.
El más importante es no cargar lastre. Si algo pesa, hay que soltarlo. No es tuyo, no lo recojas del suelo. Así puedes ir más ligero.
Son consejos que le darías a un amigo, asi que aplica también para uno mismo.

Recarga energías en una playa

-¿Debemos establecer límites?
Definitivamente sí. Debemos saber cuáles batallas debemos pelear, y cuáles debemos pasar por un lado. No nos hace bien pensar que debemos estar en todas partes y tratar de ayudar a todo el mundo. Debemos entender cuál es nuestro papel y cuál nuestra capacidad.
-¿Qué le aconsejaríamos a un amigo?
Le recordaría las palabras de Nelson Mandela: “el resentimiento es como tomar un veneno y esperar que mate a tus enemigos”. Es decir, cualquier mal sentimiento pensando que va a afectar a otra persona o a alguna situación adversa, lo afecta solo a uno mismo.
Por eso hay que tomarse momentos para ir a una playa (como las de la foto), un río, un parque o un momento de retiro.

Camina en un atardecer de cierto tiempo

-¿Alguna experiencia personal?
En mi trabajo como periodista me he enfrentado diariamente a situaciones negativas, deprimentes, pesadas... pero que entendí que no son mías, son circunstancias que no puedo tomar para mí, y que debo dejar pasar.
Así que cuando termina mi jornada, todo lo malo lo dejo atrás, y al regresar con mi familia es como si comenzara de nuevo. Procuro no hablar de mi trabajo con mi familia, para no mantener las energías negativas en el ambiente.