La Navidad se caracteriza por ser una temporada muy tradicional y, la mayoría de las que hoy día hacemos, forman parte de la sociedad desde muchos siglos atrás. Entre esas tradiciones están las peticiones; acción que realizan grandes y chicos.
Partiendo de lo anterior, me complace unirme a esta dinámica que ha auspiciado nuestra amiga @lirvic porque todos los años tengo mis peticiones especiales para papá Noel. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.
Desde que la memoria me lo permite, sé que la Navidad es mi temporada favorita del año y, en gran medida esto se debe a que, mi familia siempre se ha caracterizado por ser muy tradicionalista con los eventos que suceden en diciembre y, en cada generación que ha pasado, se han dedicado a cultivar este sentido de pertenencia en los integrantes de la familia.
Aunque siempre me ha gustado esta temporada, les debo confesar que desde que me mudé a otra ciudad, la Navidad comenzó a ser más especial para mí, porque es la única fecha donde puedo compartir de manera presencial con mi familia y, cuando noté esto siento que todo el año para mí transcurre anhelando que ese regreso llegue pronto.
Gracias a lo tradicional que es mi familia, aprendí que cada 1.° de diciembre debo comenzar a pensar en mis peticiones navideñas y, el 21 de diciembre, escribirlas en una carta que colocaré en el pino de Navidad que hay en la casa de mi abuela. En vista de esto, les comparto las peticiones que escribiré en ese documento:
Mi primera petición es que todos mis seres queridos puedan disfrutar el venidero año con mucha salud. Si de algo estoy segura es que, cuando tenemos bienestar, la vida transcurre más fácil, ya que los otros elementos son añadiduras. Aunado a ello, también pido que sigamos siendo una familia unida que se cuida, ama y procura a pesar de la distancia física que algunos tenemos, porque varios integrantes de mi familia están en otros países o en distintas ciudades de Venezuela y, en este momento son pocos los que quedan en Barquisimeto; mi ciudad natal. De igual manera, pido por los enfermos que hay en el mundo para que puedan mejorar su problema de salud.
La segunda petición que tengo es por la paz mundial. Todos los que habitamos este planeta Tierra merecemos vivir en un mundo donde los conflictos bélicos no tengan lugar para su desarrollo y, si finalmente se dejan de lado el odio o ambición al poder, estas batallas van a dejar de existir.
Mi siguiente petición va dirigida a mi amada Venezuela. Me encantaría que la armonía reinara en nuestra nación y, entre nosotros, no existan más confrontaciones por tener puntos de vista diferentes. Muchas veces pedimos cambios externos, pero nos olvidamos de cambiar internamente nosotros para así poder exigir a otros que también cambien. Por ello, sería lindo si dejamos de lado el rencor y nos enfocamos en las cosas positivas que nos caracterizan, porque si lo hacemos así, estoy segura de que brillaremos como venezolanos y, por supuesto, nuestra nación mejora, ya que somos ciudadanos ejemplares.
Para el venidero 2025, tengo varios proyectos académicos, laborales y personal en puerta. Por ello, pido que cada una de estas metas las logre cristalizar en el tiempo adecuado, ya que cada una de ellas están relacionadas con la evolución que me gusta tener en mi vida.
Las imágenes presentadas en esta publicación fueron editadas en la herramienta de diseño Canva y tienen exclusividad para esta publicación