Hicimos algunas paradas para tomar fotos, respirar aire puro y dejar que mi vista se perdiera hasta el infinito con el basto mar, hacia mucha brisa y muy fría en cuestiones de minutos ya estaba temblando y me tocó meterme al auto pero desde allí seguía disfrutando de lo bonito de aquella mañana y muy agradecida con Jehová por ser mi Dios de consuelo.
Montaña arriba volvimos a hacer una parada, mi sobrino se había mareado y sentía nauseas así que paramos para que se estabilizara y allí también tome algunas fotos, pero pasó algo muy triste para mí y fue que puse mi sombrero en el techo del auto por un momento y esa fue la última vez que lo ví, porque arrancamos y se me olvidó, cuando recordé el sombrero ya habíamos avanzado y aunque nos regresamos por él no lo encontré, fue mi compañero de viajes y aventuras por muchos años, espero que quien lo consiguió lo cuide mucho.
Sentí nostalgia pero intenté que eso no me arruinara el día, por fin llegamos y mi sobrino lo primero que hizo fue salir corriendo a la orilla del mar, y yo de verdad con muchos sentimientos encontrados, feliz, triste, emocionada y conmovida con mi sobrino ese niño es muy especial para mí y soy feliz cuando lo veo feliz. Todo niño merece una vida normal con papá y mamá pero no a todos les toca así 😢.
Llegamos al sitio donde pasaríamos el día y efectivamente estaba allí la gran sombra esperando por nosotros, yo no quería estar entre tanta gente, quería conexión solo con el mar y ese sitio era perfecto porque queda al final y poca gente va para allá. Ordenamos todo y estábamos listos para disfrutar del lindo día que nos esperaba.
@mile16 /Venezuela
Caminamos por toda la orilla del mar de polo a polo, y nos encontramos con medusas, sentí pánico pero mi hija y mi sobrino no, y agarraron algunas, lo triste es que se motian muy rápido pero las personas allí no les importaba y las seguía tomando, pero nunca había visto algo así en mi vida, definitivamente la creación de Jehová es perfecta.
Comimos y la pasábamos muy bien, yo tuve la oportunidad de meditar mucho y hablar mucho con Dios allí en medio de tanta pureza natural, observa lo inmenso del mar y disfrutaba de estar allí, lo que no me agrada mucho es tanto sol pero para ello usé mucho protector y ropa no muy descubierta.
Por la tarde se acercaba la hora de regresar a casa y era lo menos que quería pero ni modo, mientras aún tenía tiempo pude aprovechar cada segundo del mar y la arena, siento que fue una gran terapia. Sentir paz, serenidad y calma después de una tempestad no tiene precio .
Recogimos todo y se nos complicó un poquito porque la brisa estaba muy fuerte y es que estaba cayendo la tarde y llegaba el mejor momento del día, ver el atardecer y despedirnos de aquel lugar, realmente nos agarro la noche pero fue maravilloso, aunque de regreso sentí temor por tanta neblina y oscuridad en ese camino.
Llegamos a casa colgamos la ropa mojada y comimos lo que había quedado, y todos a descansar. Fue un día genial el cual agradecí mucho a Dios por permitirnos tanta belleza. Y así es como termina otro día en la vida de mile16 amigos gracias por tu apoyo y nos vemos en un próximo juego del diario
Todas las imágenes son de mi propiedad y exclusivas para STEEMIT.
Soy mile16
COTINA PROMOTER
Gracias por leerme