Tarea 3 El género que no he practicado mucho |
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Título: Andripola en el viejo oesteSubtítulo: De cómo Andripola empezó a amar el contar historias |
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Una gruesa gota de sudor, cayó desde su frente a la calcinante arena. Parada allí, en medio del patio, lista a enfrentar al malvado asesino de su padre; quien ahora venía a robarles el rancho. Su abuelita, malherida en la casa, su mejor amigo, muerto defendiéndolas. Su mamá, secuestrada por el bandido con la cicatriz en la mejilla, a quien ahora enfrentaba.
Allí estaban, una pequeña niña de seis años, contra el más temido y sanguinario vaquero del viejo oeste. Él con una pistola Colt 45 en cada mano, ella con apenas un látigo, que usaba para jugar y saltar la cuerda.
Una segunda gota de sudor de su frente, levantó polvo del suelo. Andripola, la valiente niña, se echó hacia atrás el sombrero de su padre, que le quedaba grande. Y de un certero giro de su muñeca, dirigió la punta del látigo en un solo movimiento que desarmó al bandido, quien, sorprendido, se enfrentaba ahora al látigo mágico de la familia de Andripola.
Látigo que fue un regalo de los indios Timotes, hace ya mucho tiempo. Látigo que cobró vida amarrando al bandido. Cuando de pronto, Andripola, sorprendida, escuchó la voz de su padre detrás de ella, regañándola.
— ¡Andripola!, cuántas veces te he dicho que no rayes las páginas de mis novelas de vaqueros. —Lo que no sabía el padre de Andripola es que en esos garabatos ella había escrito una historia para que él la leyera. Pero, cuando ella se lo dijo, lo desarmó de ternura y él le dio un abrazo que la niña aún recuerda.
Un gran saludo para los parceros y para los estudiantes de “Write In Micro Size”, me animé a participar como autor en las tareas de esta semana. Pueden comentar, si así les place. Aclaro que voy a publicar por separado las tareas 3 y 4, (recuerden que a ustedes) se les pide una cantidad límite de palabras y publicar juntas.
Crecí en una familia, que leía, no los clásicos literarios, sino muchas novelas y libros coleccionables. Algo como una serie en estos días. También recuerdo novelas cortas, de vaqueros, de amor, entre muchas otras.
A papá le gustaban las de vaqueros, y yo, realmente, no entendí su pasión por este género hasta ya grande cuando vi la película “Los Imperdonables” de Clint Eastwood. Y “El tren de las 3:10 a Yuma”. Desde allí vi a John Wayne con otros ojos, y entendí por qué papá traía frecuentemente sus novelas de vaqueros.
El “Western” es en sí mismo un gran género, con muchas variedades. Su trama de la supervivencia del más fuerte, los lazos de honor por la familia y los amigos verdaderos. El dar él frente a la adversidad, son valores que me gustan de este género. Además de la manera de narrar, casi como si una cámara fuera describiendo la escena. Los planos amplios y los acercamientos, por ejemplo, “esas gruesas gotas de sudor que caen al piso.”
Quise probar a Andripola en este género que no creo haber usado para escribir y descubrí que le cae muy bien. Puedo jugar con la fantasía, y contar historias que parecen reales a los ojos de un adulto.
Para la Semana 04 de nuestro desafío, excede en más de 100 palabras las 150 puestas como límite, entonces no lo es en esta ocasión. Pero hay signos del microrrelato en él:
Como ejercicio me fascinó, este se lo dedico a mi papá por su ejemplo para mí, cuando me daba uno de esos libros de "vaqueros" para que lo leyese. Gracias, papá.
Corrector ortográfico usado: https://languagetool.org/es
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