Hay muchas formas de reaccionar antes las situaciones que vivimos, comprender que podemos decidir en algún momento cómo reaccionar ante determinados hechos, puede hacer una gran diferencia y no me refiero obviamente a situaciones extremas que nos superen en demasía, sino a situaciones cotidianas.
Hay situaciones que están presentes en nuestro diario vivir que podemos controlar y otras no. Por ejemplo, no podemos controlar lo que sucede a nivel macro, las decisiones que se toman a nivel global que afectan el medioambiente, o lo que sucede en los gobiernos, o nuestra comunidad e incluso las decisiones de nuestros familiares y amigos. Pero si podemos comprender cuál es el límite entre lo que podemos controlar y lo que escapa de nuestro control, esto puede ser de gran ayuda.
Es cierto que podemos tener muchos deseos y sueños con todo lo que nos rodea, pero también podemos aprender que lo único que podemos manejar y controlar es a nosotros mismos. Entender cuál es nuestro alcance y cuáles son los límites es lo que puede hacer que nos demos cuenta que hay cosas que sencillamente no podemos sostener…
Una madre, por ejemplo, puede, mientras su hijo crece, cuidarlo, guiarlo, orientarlo, y hasta mostrarle el horizonte, pero hay un punto en el que ella debe soltarlo para que él pueda alzar su propio vuelo, de lo contrario se convertiría en una madre manipuladora y castradora, que en lugar de impulsar a sus hijos, les corta las alas.
Creo que también todo va a depender del concepto de amor que nos hayamos formados, el amor en su más amplia expresión significa libertad, respeto, aceptación, generosidad, y es todo lo contrario al egoísmo. El amor, como dice un poema de Khalil Gibran, solo tiene el deseo de realizarse… El amor es entrega, y para que una entrega sea verdadera implica a su vez que sea desinteresada. Es decir, lo que doy, lo doy porque quiero, porque me nace, sin esperar nada a cambio. Si puedo comprender esto, el soltar será una consecuencia natural, y vamos a estar amando con las manos abiertas.
Creo que lo más difícil de soltar es lo que creemos que nos pertenece… Y si comprendemos que nada nos pertenece, que hay cosas que recibimos como regalos, como dones, y hay otras que recibimos como consecuencia natural de lo que nosotros mismos hemos dado… si lo vemos así, no habrá necesidad de aferrarnos.
Soltar puede ser algo muy difícil, porque es necesario dejar de lado nuestros propios deseos, anhelos y sueños. Pero si tratamos de hacer lo que podemos, la parte que nos toca para cumplir esos sueños y dejamos libres los resultados, nos vamos a sentir liberados, porque sabemos que hacemos las cosas porque nos gusta, porque queremos y nos hace feliz, más allá del interés de lo que podemos esperar a futuro.
Siento que si nuestra esperanza esta en disfrutar cada día el momento, y tener la satisfacción al final del día de que dimos lo mejor de nosotros, sabemos que esa es nuestra recompensa. Si podemos alcanzar esto, nos vamos a liberar de las expectativas y empezaremos a vivir con plenitud el presente que es un regalo. Es en el presente donde ocurren los milagros.
Todo esta en reflexionar cada día acerca de nuestra manera de pensar, ser agradecidos, dar de nosotros lo mejor y dejar los resultados y las expectativas a Dios, que todo lo sabe y que es puro amor. También dice en la Biblia que ningún padre le dio a su hijo que pedía pan, un escorpión (Describiendo la bondad de Dios), así que lo importante es ver donde ponemos nuestra esperanza.
Esta es mi participación simbólica en el concurso de @miyexi de esta semana, espero que les haya gustado, aún hay tiempo para participar. Invito a @shohana1, @raqueluchap77, @blessedlife, aquí les dejo el link del concurso: Concurso: Tiempo de soltar.
Las foto es de mi autoría, editada en Canva.