The Diary Game #60: Share your day with us! 16/11/2024/Un reencuentro especial con mis sobrinos/Por @gemamedina
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Me voy de viaje a casa de mis sobrinos en un pueblo cercano a Caracas: Santa Teresa del Tuy. Para poder llegar hasta aquí, debemos tomar una camioneta por puesto en la terminal Nuevo Circo, en pleno corazón de Caracas. Son aproximadamente unas tres horas para llegar hasta allá.
Aquí ya estamos montadas en la camioneta por puesto. Nos sentamos cómodas y nos tomamos algunas fotos. No hay mucha gente a esta hora, así que encontramos el carro medio lleno; esperamos como unos veinte minutos para que arrancara para los Valles del Tuy. El viaje estuvo fresco y tranquilo.
Ya llegamos a la casa. Hay que protegerse mucho del sol porque en esta zona el sol es muy fuerte y hace bastante calor. La ropa debe ser ligera, usar gorras y viseras. Me protejo el rostro con bloqueadores solares para cuidarme de los rayos intensos del sol y no maltratar la piel.
La idea de llegar a la casa, además de reencontrarme con mi familia y sentirme como en casa, es ayudar a mi sobrinos con la limpieza de la maleza y el monte del patio, así que entre mi sobrino, mi sobrina y yo agarramos escardillas, rastrillos y picos y comenzamos con la tarea un poco fuerte por el gran calor que hace en el lugar. Un señor que tiene una carretilla nos ayuda con la recolección de los desperdicios y el bote de la basura.
En plenas labores de limpieza y corte del monte
Mi sobrina tiene una perrita que se llama Linda, ella es muy activa, ladra bastante y está siempre cuidando lo que pasa a su alrededor. Me la llevo muy bien con Linda, me encantó.
Después de terminar de cortar el monte nos vamos para el pueblo a comprar algunas cosas para la comida, le compramos también un poco de carne para Linda y aprovechamos de pasar por la plaza Bolívar. Nos tomamos unas fotos para el recuerdo y por supuesto, para hacer mi post en Steemit.
Esta es mi sobrina que posa delante de la iglesia que ha sido pintada con un color muy llamativo porque ya se acercan las Navidades y hay que presentar la mejor cara del pueblo en estas fechas tan especiales.
Y aquí estoy yo, también tomando mi foto. Hay que disfrutar de todos estos momentos tan sencillos pero que son los momentos que más nos llenan y fortifican nuestro espíritu, ya que en ellos demostramos el amor que sentimos por los lugares que visitamos, y es cuando compartimos de la manera más armónica posible con los seres que queremos.
Luego nos regresamos a la casa. Pero antes de llegar a ella para comenzar a preparar la cena nos sentamos en una heladería y pedimos dos barquillas a 20 Bs. cada una. Las pedimos de mantecado y chocolate con leche condensada y lluvia de chocolate, que les da un toque delicioso y cremoso. Aquí nos reímos un rato de las cosas de la vida, comentamos algunos temas familiares y hablamos de los planes que tenemos para este nuevo año.
Después retornamos a la casa y antes de cenar vemos el cielo que presenta una hermosa y brillante luna, que nos acompañará toda la noche, hasta que nos vayamos a descansar.
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