"Una imagen una historia"
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Saludos y bendiciones, amados steemians.
En atención a la convocatoria de @franyeligonzalez y una especial invitación de mi amada @hljott, acudo a este concurso de historias en el cual la imagen provista por nuestra moderadora es la guía para la creación del relato.
Aquí está el mío:
Se habían reunido un sinfín de veces en las casas de algunos de ellos. Discutían en torno a (más que la conveniencia) la necesidad de alzar la voz públicamente y llevar la protesta a otro nivel puesto que ya habían pasado por las vías sutiles y pacíficas que contemplan las comunicaciones vía oficios, las peticiones y solicitudes formales que no recibían respuesta de nadie.
Muchas reuniones atrás ya se habían convencido de que enviar cartas a las autoridades, publicar llamados abiertos a la comunidad directamente afectada y al mundo en general no había servido de nada. Los trabajos de construcción y, consecuentemente la pérdida del último espacio verde dentro de la ciudad, estaban por iniciar.
Todos los carteles de denuncia y protesta habían sido destruidos a la vez que las vallas iban siendo levantadas para rodear el pequeño pero hermoso jardín y proteger, no a los árboles y a la delicada fauna que habitaba allí, sino a los materiales de construcción que, poco a poco y a la vista de todos, eran trasladados al lugar.
Decidida a luchar hasta el último instante, Ana invitó a sus copartidarios a hacerse presentes en el jardín para impedir que la empresa – con la venia de las autoridades municipales – empezara a arrancar la vida y a sembrar cabillas con concreto.
En el último encuentro que tuvieron, les insistió en la necesidad de llegar al lugar antes que los obreros para tener la oportunidad de bloquearles el paso con una barrera humana que ellos mismos conformarían y que los constructores no podrían atravesar so pena de violar sus derechos humanos y civiles. Estaba convencida de que, al verlos tan decididos, no solo lograrían detener a los obreros, sino que los ciudadanos – hasta entonces indiferentes – se sumarían a la cadena humana y a la causa que ellos promovían. Luego llegaría la prensa y el alcance sería mayor, así como las consecuencias de su entereza de ánimo. Mucha gente registraría la protesta con sus móviles y colocaría los vídeos en las redes sociales. El mundo entero se les uniría.
Con una angustia que se acrecentaba a cada instante, vio llegar las primeras máquinas: palas cargadoras, retroexcavadoras, camiones volteo… Pero aún no llegaban sus amigos.
Debía tomar una decisión. Esperar la llegada del grupo que le apoyaba le quitaría la pequeña ventaja que aún poseía.
Se levantaría de ese banco donde se hallaba sentada desde hacía más de dos horas y se plantaría frente a la entrada del círculo de latones que los obreros habían armado. Sacaría su megáfono y empezaría a gritar sus consignas de denuncia y protesta. No la tocarían. Eso daría tiempo a que llegaran sus amigos y motivaría que se sumaran de manera espontánea todas las personas que, como ella, defendían la naturaleza y deseaban conservar los espacios verdes tan necesarios dentro de las ciudades. Sí. Eso haría.
El momento era ahora.
Gracias por leer
Les extiendo una invitación cordial a los amigos @betsay, a @nohe15 y a @andy85
Aquí les dejo el enlace
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