Cuando se viene a nuestra mente un zapato, la idea que se adjunta es la de comodidad, alivio, de descanso para nuestros pies; sin embargo, existen algunos modelos de calzado que pareciera fueron diseñados para lo opuesto (en eso creo que muchas mujeres me apoyarán). Las fotografías que les muestro las tomé de unos zapatos que están conmigo desde hace más de 10 años y que solo han sido usados unas pocas veces. Los negros los compré para la boda de un amigo y los he usado un par de veces más y los marrones, se los compré a mi hija y los usó solo esa vez, de hecho cuando le toco irse a Colombia, ni siquiera los vio como una opción para meter en la maleta.
A lo que quiero hacer ferencia es que por más lindos que puedan verse y que al ponerlos en tus pies, resulten un espectáculo, recomiendo que antes de comprar este tipo de calzado caminen con ellos, "sintiendo con la razón" , sabiendo que solo los comprarás para usarlos en ocasiones y momentos específicos. La ocasión? una fiesta; el momento? las dos primeras horas de dicha fiesta. Después de este tiempo, deberás poner tus pies a descansar. Para ello recomiendo que lleves en tu bolso el plan b, los "primeros auxilios", pues. Dícese de una bolsita con un par de sandalias para que las uses el resto de la noche y así darle a tus pies el tan esperado relax; créeme ellos lo agradecerán.
Otra recomendación que podría hacerles es que, sí no los van a usar con frecuencia, por razones obvias, cada cierto tiempo sáquenlos de su caja y háganle un cariñito porque hasta de no usarlos se dañan y es triste, realmente. Estos dos pares prácticamente han perdido su forma estilizada estando guardados, el tiempo trabaja silenciosamente pero sus acabados hacen bastante ruido a la vista! je je je!!!