Hola parceros. No hay nada mejor que dar a conocer de cada uno de nosotros aquellas cosas que ayuden a promover nuestros principios y valores a través de los diferentes medios de comunicación y redes sociales. Lo que no nos puede dañar o comprometer de ninguna manera, lo podemos dar a conocer públicamente, pero, como dice la dinámica de nuestra amiga @marpa: ¿Mi vida debe ser pública?
Dar a conocer completamente nuestra vida, bien sea, pública o privada a través de las redes sociales, amerita una profunda reflexión, ya que tengo conocimiento de situaciones, que si bien no me han sucedido a mí, sí han sucedido con personas muy conocidas, que han tenido problemas con terceros porque han violentado su vida privada y la han hecho pública en diferentes medios de comunicación, lo cual hasta ahora esas personas prácticamente no se tratan. Entonces, ¿mi vida debe ser pública?
Algunas cosas deben ser públicas, pero otras quedan a la reserva de cada quien.
Mi vida pública es conocida por muchas personas, ya sea a través de diferentes medios de comunicación o redes sociales, y en su mayoría tienen que ver con aquellas cosas que, en lugar de desprestigiarme, reflejan mi fortaleza, mis lazos de amistad o hermandad, pero que mantienen el respeto y la cordialidad con quienes me doy a conocer.
Una de las redes sociales que utilizo a diario para dar a conocer muchas cosas sobre mí, ya sean personales o familiares, es precisamente Steemit, y suelen ser escritos e imágenes propias y familiares que mantienen principios y valores.
En Facebook y WhatsApp utilizo mayormente información que considero que puedo compartir con mis amigos y seguidores, pero que no me comprometen de ninguna manera.
Conozco el caso de una persona, que es mi cuñada, que proporcionó datos personales en Facebook que incluían su número de cédula y sucedió que alguien tomó parte de esos datos personales y hackeó su cuenta bancaria y esto la perjudicó mucho.
Considero que no toda la información personal debe hacerse pública en las redes sociales.
Otro caso, también delicado, es el de una amiga que lleva mucho tiempo trabajando con una actividad llamada “Susu”, en donde entrega diversos enseres domésticos, o artículos personales como teléfonos y otros objetos de valor. Lo cierto es que alguien que iba a recibir un artículo personal como un celular no estaba muy conforme con el equipo que recibió y comenzó a utilizar las redes sociales para hablar mal de mi amiga y desprestigiarla con su actividad “Susu”. Todo esto perjudicó mucho a mi amiga y perdió varios clientes que participaban en la actividad antes mencionada.
Mi vida privada la conocemos solo yo y unas cuantas personas vinculadas a mí, como mi esposa y mis hijos. En este sentido, lo que sucede dentro de mi núcleo familiar debe quedar dentro de las cuatro paredes de la familia.
Si me ha pasado que hablo con alguien de asuntos muy íntimos de mi vida y luego esa persona lo divulga, al menos no aparece en las redes sociales, pero eso viola mi privacidad y la persona termina perdiendo mi confianza.
Lo que le pasó a mi amiga que trabaja con “Susu” es muy delicado, porque perjudicó su trabajo y esto le generó problemas con otras personas. Si hay algún desacuerdo con alguien, debemos buscar la manera de que esto no trascienda ni llegue a las redes sociales. En este sentido, considero que mi vida pública solo puede verse reflejada en las redes sociales siempre y cuando no comprometa mi privacidad, la cual debe ser respetada.
Aprovecho para invitar a mis amigos @pelon53 y @leonciocast a unirse a este interesante iniciativa.