Hola chicas, es un gusto saludarlas y compartir con ustedes mi diario... Les cuento que desperté a las 5:10, agradecida con Dios por un nuevo día, realicé mi aseo personal, me arreglé e hice mi desayuno para ir a trabajar, a 10 minutos para las 7 salí de casa directo al colegio donde trabajo.
Llegué ocupándome de mis labores, en medio de un ambiente de algarabía ya que este día se le daría la bienvenida oficial a la Navidad, con el encendido de las luces, la participación de una grupo de gaitas y para cerrar una animada bailoterapia que puso a bailar a más de uno...!!!
Cuando todas estas actividades terminaron, salí junto a unos compañeros de trabajo a comprar un cuñete de impermeabilizante para abordar una de las tantas filtraciones de la escuela, el dinero se recaudó a través de las ventas de la cantina escolar. Ellos regresaron a la escuela y por mi parte, fui a comprar algunas golosinas.
De regreso en la escuela, recibí algunas meriendas que me obsequiaron ya que hoy se exaltaba el Día de la Alimentación y se los estudiantes realizaron actividades especiales. Ya se acercaba la hora de salida, así que dejé todo en orden, a las 11:45 me despedí de mis colegas y salí de regreso a mi casa.
Llegué saludando a mis perritos y buscando en el patio al consentido de la casa, que en cuanto me escuchó salió de su guarida.
Luego de reposar algunos minutos, me aseé y me dispuse a preparar el almuerzo y la comida de mis perritos... Comí y me acosté a descansar toda la tarde. Hasta las 4 que me levanté a darle café a mi mamá, aproveché de ponerle a comida a mis canes de una vez porque el escándalo que hacen se escucha en toda la casa.
Tomé un rico baño y encendí la computadora para visitar la plataforma y cumplir con algunas actividades que tenía pendiente... Pero al rato me quedé sin electricidad, así que estuve esperando, llegó la hora de la cena, preparé la comida y nada...!!!
Hasta que por fin repusieron el servicio y ahora si retomé lo que estaba haciendo en la computadora.
Cuando ya me disponía a dormir, me escribió una de mis sobrinas, que quería conversar algunas cosas conmigo, estuvimos enviándonos mensajes hasta casi la medianoche, hasta que ya no aguanté el sueño, me despedí de ella y quedé rendida.
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