La repostería cuenta con ciertos clásicos ampliamente utilizados en infinidad de recetas y que pueden convertirse en protagonistas en determinados postres, y por supuesto en los pasteles que realicemos.
Esta semana en el curso de repostería de los retos de aprendizaje estamos practicando la preparación de rellenos para pasteles, específicamente la eterna crema pastelera, que podemos utilizar sola o combinada con otras preparaciones como parte de variaciones de rellenos.
En casa he preparado diversos rellenos, a base de frutas, tipo manjar, delicadas, jaleas, de chocolate, cremas de mantequilla y Chantilly con mucho menos frecuencia. La más común es la crema pastelera, por lo general clásica de vainilla.
En este caso, mi práctica la realicé con la metodología propuesta en el post de nuestras instructoras, @dasudi @lirvic.
Ingredientes
400 ml de leche
2 yemas de huevo
115 gramos de azúcar refinada
50 gramos de almidón de maíz
1 cucharadita de esencia de vainilla
La cáscara de un limón
1 cucharada de mantequilla
El procedimiento no es exactamente la forma en que acostumbro hacer la crema pastelera, así que me pareció interesante hacer la prueba.
En primer lugar, me aseguré de tener todos los ingredientes necesarios en casa y organicé la mise en place.
Procedimiento
Siguiendo las instrucciones, en una olla coloqué la mitad de la leche a infusionar con la cáscara de limón y la vainilla.
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En otro envase, disolví el almidón de maíz en el resto de la leche.
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Y en otra olla, coloqué las yemas de huevo y el azúcar. Batí este par de ingredientes y le adicioné la leche con el almidón de maíz.
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Esta mezcla la dejé cocinarse a fuego muy bajo y al comenzar a espesar le adicioné la mantequilla.
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Continué cocinando a fuego muy bajo por unos minutos más sin dejar de revolver hasta asegurarme de que el almidón estuviera bien cocido y la textura de la crema fuera muy sedosa y espesa.
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Finalmente, la vertí en un envase de cerámica.
Sí tuve alguna dificultad al aplicar esta receta, nunca había preparado la crema pastelera de esta forma, donde las yemas van directamente con el azúcar, y en determinado momento la cocción pareció acelerarse y estar coagulándose y formando grumos. Procedí a pasarla por un colador y retomé la cocción. Este tipo de cosas se puede solucionar fácilmente.
La textura de la crema pastelera es muy importante, tanto para rellenar pasteles, como para otro tipo de dulces, como tartaletas, profiteroles, bombas, no es conveniente que no espese lo suficiente, tampoco que se reduzca demasiado, al enfriar veremos su consistencia definitiva.
No es conveniente taparla caliente porque generará vapor.
A veces para que no se le forme una costra por encima, ya que la superficie es lo primero en enfriarse, la remuevo constantemente (fuera del fuego) para liberar calor o le espolvoreo un poco de azúcar refinada en la superficie.
La crema pastelera generalmente se aromatiza con vainilla pero se pueden hacer variantes de chocolate o café, igualmente podemos sustituir la vainilla por otras esencia, como por ejemplo de coco o de naranja, y otro.
Y por supuesto a la hora de rellenar un pastel, a la crema le podemos incorporar otros elementos, como frutas, miga de torta o de galletas, gotas de chocolate..., haciéndola más versátil.
Todas las imágenes son de mi autoría, captadas con un teléfono celular Tecno Spark exclusivamente para esta publicación