Si muchos han seguido mi diario, sabrán de algunos malentendidos y disgustos que hemos tenido entre el turno vespertino y el turno matutino; sin embargo, mi aprecio hacia mis compañeros es el mismo.

Mis disgustos solo han sido porque he tenido un sentido de pertenencia con la escuela y con el turno. Yo solo quiero que todo marche muy bien como marcha en la mañana. Que todos los beneficios de la mañana también los disfruten los niños de la tarde.

Sin embargo, no estoy molesta con ninguno de mis compañeros del turno de la mañana. Duré dos años trabajando con ellos y el aprecio es el mismo.

Poco a poco fueron llegando mis compañeras y aprovechamos para tomarnos algunas fotos. Estuvimos echando bromas. Una de las maestras tenía dolor de cabeza porque los globos estaban del otro lado y los acomodó. Pero ya la mayoría nos habíamos tomado fotos así.

Mientras esperábamos el almuerzo, hicieron un juego que es como un gusano; entre cada persona debíamos llevar un globo y no podíamos agarrarlo con las manos.

También nos tenían una sorpresa: cada una debía destapar una taza y allí encontraríamos una sorpresa o una penitencia. Había obsequios como zarcillos, pulseras y cadenas, pero también había desodorante, afeitadora, sardinas y jabón en pasta.

A mí me tocó un desodorante más una penitencia; mi penitencia era cantar, pero en ese momento me quedé en blanco y no me sabía ninguna canción, jajaja. Pero mis compañeras me ayudaron y disfrutamos todas cantando una de Karol G.

Llegó la hora del almuerzo. Yo disfruté de un rico lomo negro, pasticho, hallaca, pan de jamón y ensalada; todo estaba súper delicioso. 100% recomendables los almuerzos navideños del Toro; cada dólar valió la pena, la hallaca no tenía buen aspecto, pero sí estaba superdeliciosa.

Al finalizar de comer, terminamos este hermoso compartir con una oración, haciendo unas peticiones para el próximo año: que sigamos siendo una escuela de excelencia y que de verdad podamos ser una sola escuela, tanto el turno de la mañana como el turno de la tarde.

Regresé a casa casi corriendo, ya que se me hacía tarde para preparar algunas cosas para irme al terminal, ya que hoy salgo a Caracas. Pero al llegar tuve que volver a salir porque olvidé comprar pan para comer en el viaje.

Preparé el pan, me di un baño y terminé de alistar lo que me llevaría. A las 4:30 llegó el mototaxi por mí para dejarme en el terminal. Allí me monté en el bus; serán más de 10 horas de viaje por todas las paradas que hace.

_{Todas las fotos son de mi propiedad y exclusivas para Steemit, tomadas del Redmi Note 13 pro en el distrito capital, Venezuela}

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